La NSA y la CIA tachan de radicales a los seguidores de Linux Journal

El software espía de las agencias de inteligencia de los EE.UU. sigue el tráfico que entra en publicaciones como Linux Journal porque la considera un "foro de radicales". Bienvenidos a otro episodio del "Gran Hermano". 

Leo sorprendido en el prestigioso rotativo Linux Journal dedicado a la actualidad sobre la plataforma de software del pingüino, que todos sus lectores (y, por tanto, nosotros también) han sido marcados por software XKEYSCORE de la NSA para realizar un seguimiento de su actividad

La revelación ha llegado a Linux Journal a través del rotativo alemán Tagesschau, que ha analizado la forma de trabajar de este software, aunque nos reservamos ciertas dudas acerca de que hayan puesto la mano en el código fuente auténtico (ya se sabe, duda de cualquier cosa sobre los servicios secretos). 

Según estos medios, los servicios secretos estadounidenses marcan para seguimiento todos aquellos internautas que hayan consultado artículos sobre Tor y Tails (navegador y sistema operativo respectivamente que garantizan el anonimato del internauta) y la navegación anónima a través de Internet. Pero aquí no acaba la cosa. 

Si ya de por sí, la actividad de leer sobre un tema es susceptible de hacer considerar como sospechoso al lector, es aún peor que, directamente, todos los lectores de Linux Journal hayan sido marcados como sospechosos por el simple hecho de acceder al sitio web. 

Parece ser que la NSA considera a Linux Journal como "un foro de radicales" y, por extensión, es fácil que pueda considerarse sospechosos de radicalidad a todos los amantes de las tecnologías libres y del sistema operativo del pingüino. 

Sabiendo esto, y sabiendo que es sencillo distinguir de qué sistema operativo o navegador procede el tráfico de Internet, se puede llegar fácilmente a la conclusión de que quienes empleamos tecnologías libres o sólo nos informamos sobre ellas, somos sospechosos de ser unos radicales peligrosos para ¿¿la seguridad nacional de los EEUU??

Pongamos el supuesto de un programador informático que, para su trabajo, necesita consultar una serie de artículos técnicos sobre un entorno de programación y, en medio de estos, hay un enlace a una página de Linux Journal para ampliar información. Este profesional, cuya ideología puede ser cualquiera y no por eso debe ser un radical, un comunista o un adorador de Al Qaeda, ya pasará a ser observado por el espionaje y contraespionaje norteamericano, con el consecuente gasto que esto supone para el erario público de aquel país. 

Nos pueden bombardear con argumentos como el de que "si no eres culpable de nada, no debes tener nada que esconder", o de que lo hacen "por nuestro bien", pero la intimidad es un derecho humano, y aquí, en la mayoría de los casos, el único que ha violado alguna ley ha sido el servicio que le espía y monitoriza

Si los métodos de investigación empleados por estas agencia, van por esta vía, vamos apañados con los resultados que conseguirán. Pongamos otro ejemplo, el de un apasionado de la historia que busca algo relativo a la Segunda Guerra Mundial en Europa y el Norte de África. Esto, interpretado por la CIA o la NSA, le podría homologar con los radicales de ultraderecha porque, claro, leen muchas cosas sobre Hitler y el régimen nazi.

Incluso los pater patriae de Estados Unidos hablaron a favor de las libertades del individuo, las cuales hoy en día están más cuestionadas que nunca, y no debido a la tecnología, si no al uso que de ésta hacen gobiernos y entidades. 

Porque, al fin y al cabo, y por mucho que nos podamos quejar de cómo estamos controlados, hoy en día gracias a Internet y a las tecnologías, debemos pensar que al final del cable por donde pasan los datos siempre hay una persona que aprieta o no el botón, y esa es la mentalidad de esta la que tenemos que cambiar

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