Si no conoces nuestra historia…
El 9 de diciembre de 2010, Apple nos denuncia penalmente ante la justicia acusándonos, injustamente, de plagiar sus dispositivos. Nuestras tabletas quedan incautadas (se liberan a finales de enero de 2012) y se nos incluye en una lista internacional de “sospechosos de piratería”. Apple logra detener la producción de nuestra empresa.
23 de septiembre de 2011 El juzgado de primera instancia e instrucción nº1 de Quart de Poblet nos dio la razón acordando el sobreseimiento de la causa al no encontrase “debidamente justificada la perpetración del delito” denunciado por Apple. Los abogados de la compañía, que acompañando a la denuncia penal habían presentado escrito de reclamación de daños y perjuicios, ni siquiera aparecieron en una causa que, aunque perdida, había logrado paralizar gran parte de nuestra actividad durante más de un año.
10 de enero de 2012, solicitamos a la Fiscalía la apertura de diligencias de investigación ante las actuaciones llevadas a cabo por Apple contra nuestros intereses, actuaciones acompañadas de una actitud manifiestamente intimidatoria con el objeto de obligarnos a realizar actos en perjuicio de nuestro patrimonio y en beneficio económico de la compañía de la manzana mordida lo que podría ser constitutivo de un presunto delito de extorsión según está tipificado en el código penal español.
En España existe la presunción de inocencia. A menos que te enfrentes a una compañía como Apple Inc. Y aunque les ganes.
Entonces, si te enfrentas a Apple, pasas a convertirte en un delincuente (sin presunto) y contemplas, pasmado, como se te cierran todas las puertas mientras tu empresa se va hundiendo sin ningún tipo de respaldo por parte de una administración pública mucho más preocupada por los intereses de las grandes multinacionales que por los de los autónomos y la PYMES españolas.
Y mientras a los representantes del pueblo se les llena la boca con la I+D+I y la necesidad de que las empresas españolas “inviertan” en nuevas tecnologías, compruebas como sus iniciativas se concretan en “cascarle” una calle a Steve Jobs (acusado en reiteradas ocasiones de amasar su fortuna a través de la “súper explotación de otros seres humanos”) y en comprar, para los señores diputados, los correspondientes dispositivos Apple a través de una jugada (legal, aunque vergonzosa) que impedía la concurrencia de las empresas que en nuestro país se dedican al desarrollo tecnológico y que hubieran suministrado dispositivos de la misma calidad pero a un coste tres veces inferior.
¿Austeridad? Sí, pero no para todos. Porque… ¡Que los señores diputados sean “Cool” no tiene precio!
Y todo ello, en un país con más de 5 millones de desempleados donde para trabajar solo te hace falta un documento: el pasaporte, o el DNI si te vas a Alemania. Es lo bonito que tiene ser europeo.
En este escenario, a una pequeña PYME como la nuestra solo le queda abierta la puerta de la justicia y la denuncia pública. Por eso, ante las actuaciones de Apple, decidimos recurrir a la fiscalía , de la que todavía estamos esperando respuesta, para que investigase a esta compañía por un presunto delito de Extorsión. Entre los documentos, que en su momento presentamos, figura un acta de manifestaciones que, tal y como anticipamos, hoy hacemos pública y que “los chicos guays de la manzana mordida” nos intentaron hacer firmar al igual que han hecho con otros competidores. Eso sí… sin mediación, sin una prueba pericial, sin posibilidad de negociación, amparándose en una particular interpretación del reglamento de la CE y bajo la amenaza de una demanda por la “vía penal”. De hecho este documento llegó a nuestra empresa junto al buro fax en el que Apple nos amenazaba con la interposición de la misma en caso de no ceder a sus pretensiones.
Como observareis en el documento enviado por Apple a través de sus abogados, Bird & Bird, desde el primer momento se define a nuestros productos como “dispositivos infractores”. Es decir, Apple se autoerige en Juez y parte, obviando la presunción de inocencia. Una inocencia que demostramos de forma taxativa ante el juzgado de instrucción nº1 de Quart de Poblet (Valencia) un juzgado por el que ni siquiera pasó el abogado de Bird & Bird. ¿Quizá porque sabían que estaban realizando una denuncia falsa? Que cada cual saque sus propias conclusiones.
Curiosamente, mientras nosotros tenemos que anteponer el término “presunto” cuando pedimos al fiscal que investigue las actuaciones de Apple , los representantes legales de esta compañía , Bird & Bird, se dirigen a nosotros como a delincuentes. Y no solo porque traten a nuestros dispositivos de “infractores”, sino porque lo hacen “acompañando” a su amenaza de una denuncia por la vía penal. Ni tan siquiera hemos recibido una disculpa a pesar de que nuestra inocencia ha quedado patentemente demostrada.
A lo mejor es porque el acta de manifestaciones, que hoy hacemos pública, es un documento privado. Tan privado que te obliga a “guardar y asegurar absoluta confidencialidad” sobre el mismo. Clausula nº 6 del documento que adjuntamos.
La pregunta es ¿Por qué quiere preservar Apple la confidencialidad de este documento? Si lo firmas, te auto inculpas, admites haber incurrido en delito, les das la razón. Entonces… ¿Por qué no quiere que se haga público? ¿Para qué no puedas acudir a la justicia cuando te das cuentas de que has sido víctima de un “presunto” delito de extorsión?
También podéis leer, en los documentos que presentamos, como se nos intentó obligar a renunciar a todos los derechos sobre nuestros productos (clausula nº3) y a suministrar todos los datos relativos a proveedores, fabricantes y distribuidores (Clausula nº 4) bajo una penalización de 600€ al día (Clausula nº5).
Lamentamos desilusionar a los que queráis pensar que Apple no estaba enterada de la actuación de su gabinete jurídico. Hemos estado informando a la compañía, de forma sistematica, y a través de buro fax (es decir, de forma contrastable) de cada una de estas actuaciones. Jamás se han puesto en contacto con nosotros.
Por cierto, los “señores” de Bird & Bird tienen una cuenta en twitter para el LawCamp , evento que van a organizar en Alemania sobre la aplicación de la Ley en el nuevo escenario de las tecnologías de la información. ¿Les contaran a sus seguidores que su cliente, Apple, se enfrenta a una denuncia por un presunto delito de extorsión? ¿Les explicaran que han perdido un proceso en España “contra una mierda de PYME”? ¿Recomendaran la táctica de no aparecer en las causas? ¿Organizaran talleres del estilo “la prepotencia, tu mejor amiga o como abordar una demanda por un presunto delito de denuncia falsa? No dudes en hacer estas, y otras preguntas, a los señores de Bird & Bird o a sus seguidores en twitter: @lawcamp_de.
Y, por favor, cuéntanoslo si te contestan.
