Como muchos sabéis, desde casi sus inicios, los fabricantes Android han intentado desmarcarse los unos de los otros con diferentes capas de personalización para sus smartphones. Estas capas personalizadas empezaron siendo un lastre en cuanto a rendimiento y a la hora de ofrecer las últimas actualizaciones. La compañía de Mountain View, por su parte, ha ido ofreciendo cada año un modelo Nexus con la versión limpia del sistema operativo y que asegura su actualización oficial casi inmediata a la última versión de Android hasta dos años después de su lanzamiento.
Todo esto ha creado un debate casi permanente en torno a si es mejor tener un Nexus o un smartphone no Nexus con una capa personalizada. En este post compararemos ambas tipos de interfaz, aunque teniendo en cuenta que las capas personalizadas son muy heterogéneas, puesto que hay casi tantas como fabricantes de Android.
Interfaz nativa
Ventajas
Como hemos dicho, la interfaz nativa de los modelos Nexus de Google asegura una actualización casi instantánea a la última versión de Android, lo cual es una ventaja para quien desee probar las últimas novedades del sistema operativo. Esto es también útil en caso de encontrarse algún problema de seguridad gracias a la rápida capacidad de reacción de los de Mountain View.
Además de esto, al no disponer de software propietario del fabricante del teléfono, la interfaz nativa de Android es muy ligera, tanto a la hora de descargarlas como a la hora de ser movidas por el terminal.
Desventajas
Como desventaja a esta opción, encontramos que las actualizaciones “sólo” están aseguradas durante unos dos años, según Google por problemas de hardware, algo muy cuestionable, pero no entraremos en polémica y lo dejaremos ahí. Además, las actualizaciones no siempre pueden ser disfrutadas al 100% puesto que algunas de sus características son para las novedades del hardware del último modelo, como ya pasó con la inclusión del chip NFC en el Nexus S del que carecía el anterior Nexus One (aunque esto también sucede con los terminales que no son Nexus).
Interfaz personalizada
Ventajas
La principal ventaja de la interfaz personalizada es que añade aplicaciones u opciones que no se encuentran en la ROM limpia de Android y que mejoran la experiencia de uso. Por ejemplo, Samsung ha incluido en su interfaz TouchWiz UX la opción Ventana Múltiple, que permite una experiencia más cercana a la de un ordenador personal. O por ejemplo la suite de aplicaciones específicas para el S-Pen de los Galaxy Note. Otras compañías, como Sony, aportan la exclusividad del Playstation Certified.
A nivel mercado, estas interfaces ayudan a los fabricantes a diferenciarse los unos de los otros, creando así una seña de identidad característica de cada uno, con una estética muy concreta y con un enfoque muy determinado a según qué tipo de usuarios.
Desventajas
Pero la interfaz personalizada también tiene sus desventajas. La más obvia es la dejadez de algunas compañías a la hora de actualizarlas a la última versión de Android. Es un tema del que no hace falta hablar más pues está casi todo dicho.
Estas interfaces aportan un sinfín de soluciones para los usuarios como pueden ser podómetros, gestores del motor de audio, widgets con un montón de funciones y muchas otras cosas que, queramos o no, acaban revirtiendo en un considerable aumento de tamaño del sistema operativo, lo que conlleva la más que lógica frustración de los usuarios que no pueden tener acceso a los gama alta, ya que los gama media y baja, no son capaces de mover la interfaces "full equip".
La otra desventaja que deriva de lo antes mencionado, es que puede provocar ralentizaciones en el teléfono, ya que éste tiene que mover la ROM nativa de Android más la interfaz del fabricante, haciendo que smartphones con potencia más que de sobra no vayan todo lo fluidos que deberían. El ejemplo más conocido es el de HTC y su interfaz Sense, que además presenta un mayor consumo de batería.
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