Dispositivos modulares: ¿qué ventajas ofrecen?

Ahora que estamos en pleno revuelo mediático debido al anuncio de la tablet modular Clickarm, nos han llegado muchos mensajes por e-mail y en redes sociales en los que se nos pregunta por qué nos decidimos por una tablet modular. Por lo que vamos a tratar de explicar las ventajas de un dispositivo modular con respecto a los convencionales.

Si bien el proceso de creación del dispositivo es complejo, porque hay que diseñarlo todo para que sea compatible con multitud de componentes de hardware, su concepto, propósito y las razones que nos han llevado a decidirnos por este tipo de dispositivo, no lo son tanto.

¿Cuántas veces no habremos oído hablar que la tablet Fulanito X está hecha inspirada en los usuarios? Miles. A cada dispositivo que sale, oímos eslogans de ese tipo, y los fabricantes se vanaglorian de pensar mucho en sus usuarios, donde nosotros nos incluimos. Esto fue lo que nos hico querer dar un paso más allá de la línea que separa el decir que piensas en tus usuarios y el pensar en ellos de verdad. Nos paramos a pensar y a tratar de decidirnos por el siguiente modelo de iMasD, nos asaltó la pregunta que ninguno parecer haber formulado aún: ¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE QUIEREN LOS USUARIOS? Y entonces es cuando se empieza el debate. Más procesador, más memoria, mejor cámara, Android, Ubuntu... Y así podría seguir hasta aburrirme. Es interminable porque cada usuario es un mundo, no obstante, llega un momento de claridad y se replantea la pregunta: ¿Y SI EL USUARIO PUDIERA ELEGIR LO QUE QUIERE EN SU DISPOSITIVO? Y así surge la idea de Clickarm.

Actualmente, los fabricantes lanzan una media de 3 a 5 modelos al año, llevando a los usuarios a adquirir uno de esos modelos, todos ellos con una serie de especificaciones muy concretas y cerradas, sin opción a mejora o a rebajarlo en caso de no tener necesidad de alguna cosa en concreto. Obviamente, pasado ese año, sacan una nueva versión de los mismos terminales. Más finos, más potentes, mejor diseñados, etc. Claro está que nadie tiene obligación de comprarlos, no obstante, sabemos a ciencia cierta que, pasados 3 años, nuestro actual terminal estará casi obsoleto, por lo que nos podemos ir preparando para desembolsar unos 400 o 500 euros para adquirir la versión más reciente. 

Pero ¿qué necesidad hay de comprar todo un equipo completo si lo único que te falta es un poco de memoria interna o una procesado más rápido? Con un dispositivo modular como Clickarm no es necesario cambiar de tablet. De entrada, el usuario puede elegir la configuración de hardware que mejor se adapte a sus requisitos. Si pasado un año o dos, necesita más potencia, no tiene porque comprar una tablet completa, con adquirir el módulo que necesita, dicha tablet volvería a estar a la altura de los modelos comerciales convencionales del momento o de las necesidades de dicho usuario. Esto presenta toda una ventaja porque evita a los usuarios gastar más dinero de lo que realmente es necesario y evita la tan irritante obsolescencia programada, cosa de la que renegamos totalmente en nuestra empresa.

Es tan sencillo como otorgarle al usuario la libertad de poder elegir lo que realmente quiere o necesita, y más importante aún, el poder elegir cuándo cambia su dispositivo sin tener que.

 

 

 

Compartir en redes sociales
FaceBook  Twitter  

Escribir un comentario

ImasD no se responsabiliza de los comentarios efectuados por personas ajenas a la empresa.


Código de seguridad
Refescar